FICHA DE TRABAJO 2: LOS PELIGROS DE
LAS REDES SOCIALES
- Analiza los peligros de incluir datos personales a las redes sociales.
La información llega a desconocidos
Al menos una de cada cinco personas
deja sus dispositivos sin vigilancia frente a diferentes grupos de gente, y una
de cada cuatro se lo presta a otras personas en alguna ocasión. Teniendo en
cuenta que las contraseñas que contienen estos dispositivos permiten a otras
personas acceder a gran parte de tu contenido digital, debes cuidar estas
situaciones.
Perder información
Los usuarios comparten una gran
cantidad de información que se puede perder o robar. El 47 % de las personas
que comparten datos los han perdido en sus Smartphone, el 52 % en sus
ordenadores y el 20 % desde sus tablets.
Es muy sencillo rastrear
Más de un 87 % de los usuarios de las
redes sociales comparten vídeos y fotografías de sus vacaciones, restaurantes o
lugares de descanso favoritos. Esto hace que sea muy sencillo rastrearlos si se
busca cometer actos ilícitos.
Hackers
Los jóvenes con edades entre 16 y 34
años comparten más del 60 % de sus datos personales y más de un 42 % de sus
datos financieros. La cantidad de información que se comparte se reduce hasta
el 38 % cuando hablamos de personas de más de 55 años, por lo que los jóvenes
están más expuestos a los hackers.
2.Contesta a las preguntas:
1. Los
datos personales son toda aquella información que se relaciona con nuestra
persona y que nos identifica o nos hace identificables. Nos dan identidad, nos
describen y precisan: Nuestra edad. Domicilio.
2. Sí, mi nombre, ubicaciones…
3. Si, a mucha gente le han
hackeado las cuentas y se han hecho con todas las informaciones privadas que
tenía.
4. Yo, primero borraría todo lo
que tenga publicado o en vista de otros usuarios, luego me informaría de cómo
usar las redes sociales con un buen uso y seguridad para mi privacidad.
5 Que eso está mal que si a él le
gustaría que le hicieran lo mismo y que no es consciente del daño que puede
llegar a causar a esas personas y lo que les puede llegar a pasar por la cabeza a
esa persona, que lo dejara de hacer.